En un mundo marcado por la emergencia climática, las desigualdades sociales y una creciente exigencia ética por parte de la sociedad, el papel de las empresas está cambiando. Ya no es suficiente con generar beneficios económicos: hay que demostrar qué tipo de impacto genera una organización en su entorno.

Este cambio de mirada no es sólo una cuestión moral o reputacional. Es una estrategia inteligente y efectiva. Los datos lo confirman: las empresas que ponen el impacto positivo en el centro son más resilientes, más atractivas para inversores y talento, y están más preparadas para afrontar los retos del siglo XXI.

Y hoy 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, es el mejor momento para demostrarlo.

De la responsabilidad al liderazgo

Durante décadas, la sostenibilidad empresarial se ha visto como una forma de compensar daños o como un departamento lateral, desvinculado de la estrategia. Hoy, esto está cambiando. Las empresas que quieren tener futuro están dando un salto cualitativo: pasan de gestionar riesgos a generar soluciones.

Este enfoque transforma el papel de la empresa: ya no es sólo un operador económico, sino un agente activo de cambio social y ecológico. Esta evolución no es marginal: está redefiniendo cómo se mide el éxito empresarial.

Según Harvard Business Review, las empresas con modelos alineados con criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) no sólo reducen riesgos, sino que:

  • tienen un menor coste de capital
  • son más estables en entornos volátiles
  • y generan mayor confianza y lealtad en mercados competitivos

Este cambio de estrategia responde a una realidad clara: la sociedad está pidiendo empresas con propósito.

Los consumidores son cada vez más exigentes, y no sólo preguntan “¿qué vienes?”, sino “¿qué tipo de mundo ayudas a construir?”. Las nuevas generaciones de profesionales priorizan la coherencia y la ética.

Algunos datos recientes lo demuestran:

  • El 73% de los consumidores europeos afirman que prefieren marcas que toman acciones concretas para proteger el planeta (Statista, 2023)
  • El 85% de los inversores institucionales incorporan criterios ESG en sus decisiones de inversión (PwC, 2022)
  • El 64% de los profesionales menores de 35 años no aceptarían un trabajo en una empresa que no comparta sus valores (Deloitte Millennial Survey, 2023)

Esto significa que el impacto ya no es un “nice to have”, sino un elemento esencial de competitividad y continuidad.

La certificación como nuevo estándar: el caso B Corp

Ante esta transformación, muchas empresas están buscando mecanismos externos y rigurosos que validen su compromiso con el bien común. La certificación B Corp es hoy uno de los estándares más exigentes y reconocidos a nivel internacional.

Las empresas B Corp se comprometen a medir y mejorar de forma continua su impacto ambiental, social y económico. No se trata sólo de una auditoría, sino de un cambio estructural de gobernanza: para obtener la certificación, es necesario modificar los estatutos y asumir legalmente la misión de aportar valor al conjunto de la sociedad.

La buena noticia es que el movimiento está creciendo con fuerza, y ya hay más de 8.000 empresas en todo el mundo certificadas como B Corp., con un aumento en Europa del 38%. Y una de estas empresas es Energy Tools.

Energy Tools se suma al movimiento B Corp

El pasado mes de abril recibimos la certificación B Corp y nos sumamos al colectivo creciente de empresas que lideran la transición ecológica de forma proactiva, y no reactiva.

Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, es un momento óptimo para animar a todo el sector empresarial e industrial a adoptar esta estrategia de impacto que crea valor a todos los niveles. Por qué esto, hoy, es lo que marca la diferencia entre una empresa que simplemente sobrevive y una que realmente lidera.