El tope de gas a nivel europeo sigue siendo motivo de debate.

Los líderes de la Unión Europea, emplazados a encontrarse en una cumbre esta misma semana, siguen sin ponerse de acuerdo en lo que se refiere a buscar soluciones para limitar el precio del gas.

El famoso tope del gas, que funcionaría igual que la excepción ibérica y está defendido por parte de los estados miembros, sigue siendo motivo de polémica. Mientras que, por un lado, los estados que están a favor defienden que este mecanismo podría implementarse de forma rápida y ayudaría a reducir la inflación; por otro, los países detractores, liderados por Alemania y los Países Bajos, argumentan que aumentaría la demanda y dificultaría que la UE atraiga suministro de gas.

Ante esta grieta, la Comisión Europea propone una solución alternativa: limitar el precio sólo del principal índice europeo de gas. Aunque todavía no se saben cuáles serían los detalles de su implementación, podría ser una solución útil para que los costes no se descontrolaran.

Otra alternativa común podría pasar por la creación de un fondo europeo de crisis energética que promoviera el ahorro energético, proporcionara apoyo a la industria y ayudara a acelerar el despliegue de tecnología limpia